Hoy os traigo un ranking de los spas que he tenido el placer de disfrutar, que no son pocos, comenzando por los que más me han gustado y hasta los que menos, teniendo en cuenta las instalaciones, el tamaño, la organización y el precio. En el Top 3 tenemos a los dos complejos termales principales: Las Caldas y Talasoponiente, seguidos de los hoteles que cuentan con spa. Faltan por incluir el Hotel Bal, que espero probarlo próximamente, y seguro que alguno más se me escapa, espero vuestras opiniones y sugerencias. ¿Y ahora nos sumergimos?
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Uno de esos hoteles agradables que descubres por azar: Horus Salamanca
El servicio en recepción muy bien, muy amables. La habitación también fue de nuestro agrado, no le faltaba de nada y contaba con wifi gratuito.
El desayuno, tipo buffet, muy rico y muy muy variado, incluyendo todo tipo de embutidos ibéricos de la zona. Además el restaurante se ubica en un sitio muy bonito, imitando un invernadero en un piso alto y con vistas al jardín y la piscina. Las instalaciones de los mismos están genial, la zona de césped no es muy grande pero agradable, y cuenta con tumbonas gratuitas. Hay una piscina grande y otra pequeña para niños. Es posible también comer o tomar algo en el jardín. De hecho, cuando nos sentamos a comer ya habían cerrado la cocina, pero la camarera se ofreció a servirnos igual unos sandwich, cosa muy de agradecer.
El sábado de noche había una boda y unas bodas de oro en el hotel, pero la insonorización era perfecta, no tuvimos ningún problema.
El bono de tapas que nos dieron era para un establecimiento en concreto situado en plena Plaza Mayor. Incluía una consumición y 3 tapas a escoger por persona entre la numerosísima variedad que tenían. Los camareros agradabilísimos, nos dijeron que podíamos pedir las que quisiéramos.
En resumen, un fin de semana redondo.
Hotel Palacio Atxega: tranquilidad y buen precio junto a San Sebastian
Las habitaciones son completas, no les falta detalle, con aire acondicionado, televisión, amenities, camas amplias y colchones comodísimos… Además el cuarto de baño cuenta con una decoración muy especial, incluyendo un rústico horno antiguo.
El desayuno es tipo buffet, sencillo, pero completo, con bebida caliente, zumos, queso y jamón, bollería, tostadas, yogures y cereales.
No comprendo cómo tiene tan una estrella, ya que a mi entender debería ser de tres por los servicios que ofrece. La única pega es que es un poquito confuso para llegar y salir del lugar, con muchas rotondas y lío de carreteras. Si no conoces la zona y no llevas GPS probablemente te será muy complicado acertar.
Excelente relación calidad-precio en el centro de Bilbao en Pensión La Estrella
No cogimos desayuno, ya que nos apetecía más ir a descubrir sitios por la zona. Al lado del hotel hay un 100 montaditos y es posible desayunar por 1,80 euros un café con leche o similar y una tostada o croissant a la playa, riquísimo!
Si lleváis coche allí no podréis aparcar, es una calle peatonal, y en los alrededores hay muy poco aparcamiento, además que es zona de OTA entre semana, por lo que es mejor o dejarlo a las afueras de la ciudad o meterlo en un parking subterráneo.
El personal de la pensión normal tirando a seco, nos dieron la información justa tanto al llegar como al marchar, tampoco tuvimos ningún problema ni necesitamos nada adicional.
Precio reducido en el centro de Ponferrada: Hotel Madrid Bierzo
Si vais en coche debéis de saber que la zona dónde está ubicado es de pago para estacionamiento, pero muy cerquita hay una zona de aparcamiento amplio y gratuito. Es verdad que el hotel es antiguo y que no le vendría mal un lavado de cara, pero eso para mí si está limpio no supone ningún problema, y estaba impecable. La habitación, que era triple, estaba muy bien, muy amplia, con una estancia que era la habitación propiamente dicha con dos camas junta. El baño es completo, con bañera y el wifi funcionaba a la perfección, y eso que estábamos en un piso alto.
Durante toda nuestra estancia recibimos una muy buena atención en recepción, asesorándonos de lugares para comer en las cercanías.
Resumiendo, se trata de un hotel muy económico, de modo que la relación calidad-precio es excelente.
Si estás buscando un hotel sin lujos para descansar bien unas pocas noches, cerca del centro y con presupuesto limitado, éste es tu hotel.
Hotel Vía Argentum, Pontevedra: en busca de relax y naturaleza
Estuvimos el verano de 2014 pasando una noche en el Hotel Vía Argentum, ya que era un regalo de cumpleaños de una estancia a través de una oferta con bonos que incluía la habitación doble en régimen de media pensión, spa y «visita a la naturaleza». Creo que realizan bastantes promociones de este tipo, debido a su ubicación bastante alejada de los principales núcleos.
Apartosuites Muralto, Madrid. Un lugar muy acogedor, ideal para todo tipo de viajes
Vincci Frontaura, Valladolid: Hotel muy bueno, servicio a mejorar
Las instalaciones del Vincci Frontaura están muy bien. La ubicación es a las afueras, Paseo Zorrilla, pero a unos 5 o 6 km del centro (unos 10 euros de taxi de noche). El hotel cuenta con parking subterráneo, aunque no es necesario, ya que es fácil aparcar en el entorno, es una zona tranquila y el estacionamiento no es de pago.
Había estado hace unos años en este hotel y decidimos volver, ya que me había gustado muchísimo, y era un regalo para una amiga, con lo cual queríamos ir sobre seguro. Sin embargo, me ha decepcionado bastante en cuanto al personal.
Cuando llegamos nos informaron que la habitación estaba sin preparar, así que decidimos dar una vuelta. Al volver, seguía sin estar terminada así que decidimos sentarnos en la cafetería. Hasta aquí es normal (aunque eran ya las 13:30h). Estuvimos casi una hora… lo cual no entiendo, ya que lo normal a mi entender es que si tienes unos clientes esperando se cambie el orden de limpieza de las habitaciones, dando prioridad a esa. Pero lo que realmente me molestó es que durante todo ese rato nadie se dignó en informarnos de la situación, ni hubo una disculpa… nada… y la hora máxima en que un hotel tiene obligación de entregar la habitación son las 14 horas. Tuve que levantar me al mostrador a preguntar si ya estaba, y me dijeron que sí, que es que estaba mojado el suelo… El resto de la información (lugar y hora de desayuno, etc.) tuve que sacársela con sacacorchos a la recepcionista.
Por otro lado, teníamos intención de hacer uso del spa, ya que era un regalo, y cual no sería nuestra sorpresa cuándo nos dicen que sólo funciona en fin de semana… Vale, culpa nuestra por no haberlo mirado antes, pero… ¡en un hotel de 4 * con spa y sólo hacen uso de él dos días a la semana! ¿recortes de personal quizá? Mi sugerencia es que deberían de ampliar el horario. Nos quedamos compuestas y sin spa.
Y luego está el wifi… al menos a nuestra habitación no llegaba apenas, cosa que me parece intolerable en un hotel de esta categoría
Por lo demás, las instalaciones muy bien, el desayuno muy rico y el salón muy agradable, con una decoración cuidada.
Casas de fado que timan al turista despistado: Guitarras de Lisboa
Mi experiencia en este restaurante se definiría en: caro, mala comida y sobre todo pésimo servicio.
Vivíamos por entonces en Lisboa pero teníamos visita, así que decidimos ir a un restaurante típico donde cantasen fado y paseando por Alfama decidimos escoger Guitarras de Lisboa al azar. Éramos 9 personas y fuimos a cenar ya bastante tarde, sobre las 22h.
Ya para empezar, tardaron unos 10 minutos en traernos una silla que faltaba y el cubierto de esta misma persona, y después de un rato de haberlo pedido, el camarero de malos modos le pregunta «¿pero usted va a cenar?». Después, demoraron más de media hora en venir a tomarnos nota y ni nos ofrecieron pedir la bebida al menos. Cuando llamamos al camarero, nos hizo un gesto de «vaya impacientes» y nos pidió más tiempo. Por fin logramos pedir, pues tardaron 1h y 30m de reloj!!!!!!! en traernos la comida! en ningún momento se acercaron a disculparse o dar una explicación, te servían como si te estuvieran perdonando la vida. Hasta que nos planteamos levantarnos e irnos y una persona de nuestro grupo se acercó a pedir explicaciones, porque sino todavía estaríamos allí. Y eso para traer los primeros platos: un caldo verde, y dos ensaladas, cúanta cocina requería estos platos! Después, la comida principal era de bastante mala calidad, normalita tirando a mala.
Más tarde, la cuenta. Carísimooooooooo. El vino que en el supermercado vale 3 euros, allí valía 25 euros. Un plato de lechuga con cebolla 7 euros, y así todo. Después, te cobran como no, el cubierto, y el pan, 2 euros por persona lo hayas comido o no. Para más inri, qué casualidad, se les había estropeado el datáfono y nos mandaron a la calle a sacar dinero…
Después de todo esto, cómo no, decidimos poner una hoja de reclamaciones, momento en el cual se acercaron y nos rodearon 4 personas del restaurante, para intentar disuadirnos y aludiendo que no entendían nuestros motivos, en ningún momento nada parecido a una disculpa. Obviamente, pusimos la hoja. Después, apareció la cocinera para cantar fado, y nos dedicó un «buenas noches» con bastante mal tono y unas miradas que si matasen…
Sobre los cantantes de fado no puedo opinar, ya que no hubo lugar a escucharlo, pero he leído buenas opiniones, al Rey lo que es del Rey.
Sinceramente, nunca me había sentido tan mal a gusto y con una sensación tan desagradable en un restaurante. Aconsejable para los enemigos. Eso sí, ahora recordamos a veces aquella noche y nos reímos, igual que ocurre siempre con los malos recuerdos…
Familiar, confortable y bien ubicado en Madrid. Hostal Bruña
Sin duda se trata de uno de los mejores hostales en los que he estado en Madrid, que son bastantes.
La ubicación es perfecta, con las paradas de metro de Antón Martín y Atocha a 5 minutos, así como la estación de tren de Atocha, y a la estación sur de autobuses también se llega muy rápido desde el hostal. Es una calle tranquila (hasta hay un cuartel de la Policía enfrente!) y a la vez se encuentra en un sitio de mucho ambiente, en una paralela a la calle Huertas, zona de gran afluencia de restaurantes y bares, la mayoría de ellos de muy buen precio. También está cerquita del barrio de los Museos, el Prado está enfrente, el Thyssen, el Reina Sofía… y la puerta del Sol a 15 minutos caminando más o menos.
Los dueños son amabilísimos, un hostal familiar por antonomasia, dónde se preocupan del viajero, de la seguridad y de los pequeños detalles; me encantó por ejemplo que había caramelos o una guía turística de Madrid para coger. Tienes completa autonomía, te dan un juego de llaves del portal, de la puerta del piso de tu habitación, y de la habitación propiamente dicha.
Por otra parte, está todo super limpio, la habitación es tranquilísima y tiene de todo (baño completo, hasta con secador, tv de pantalla plana, armario, mesa…) He leído en algún comentario alguna queja del wifi, disiento por completo. En pocos sitios he estado donde hubiera un mejor servicio de wifi, hoteles de 4 estrellas incluídos. Tienen varias redes y funcionaba de vicio. Las camas eran super cómodas, dormí como un bebé.
Muchas gracias por todo! Sin duda, volveré!